Se me acumulan los garbanzos en la despensa. Largas hileras de botes perfectamente alineados, separados exactamente 20 cm entre ellos. Soy muy sistemática.
No me gusta el desorden. Me aficioné a coleccionarlos durante la enfermedad de mamá. Se alimentaba únicamente de garbanzos. Yo la cuidaba, la bañaba y le preparaba sus garbanzos. La tía Rosita siempre me criticaba. Me llamaba loca y maniática. Ella sollo quería heredar.
Un día, para gastarme una broma, me cambió de orden todos los botes. Qué graciosa.
Coloco en la despensa un nuevo bote de garbanzos. Exactamente a 20 cm del que contiene la cabeza en formol de tía Rosita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario