Le confesé a mi padre lo que había hecho.No pude contenerme. Nunca le había confesado nada. Voluntariamente. Después de las palizas sí acababa confesando incluso cosas que no hice.
Pero al final me armé de valor. Me planté delante suyo. Y lo solté todo.
Pero al final me armé de valor. Me planté delante suyo. Y lo solté todo.
Lo de la broma del cura. Lo de la prima Juani, ;sí papá, yo la desvirgué. El del laxante en el café del tío Ruper. Maldito maltratador. El que te robó los 5000 €. Se los di a mamá para que se fugara.
Me quedé a gusto.
Y ahora ahí estás, impertérrito. La gruesa madera del féretro amortigua las injurias que me estarás lanzando.
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