Liga Vasca B. 2º ronda.

Sábado, 19 de enero; una espesa niebla se abate sobre pamplona en general y sobre el cuartel central del Orvina, en particular. Nuestra oxidada puerta no puede evitar que la niebla se cuele en las partidas y apenas podía verse más allá de la sexta. En estas condiciones, venía el Ruta b, recios vitorianos, a priori amigos del frío y de la niebla.

Esto dieron de sí las partidas:

Navarrete-arce: Arce se contagia del ambiente y comete dos graves herejías. La primera cambia el alfil del fiancheto en la jugada 4 o 5. Quizá pensando que con la niebla, no se vería el bujero en g7. Mas no contento con eso se come un peón en b2 en la 6 o 7 con la dama. El Señor es misericordioso con los herejes pero tiene sus límites. A través de su siervo navarrete castiga al hereje que pierde pieza en pocas.

Mosquera-Jimenez: A las pocas jugadas, el blanco, cegado por la niebla, se deja una torre limpia. El negro, tan voraz como agradecido, se la come. Había algunas remotas posibilidades de compensación pero Mosquera renuncia al derecho a la pataleta y la partida acaba antes de jugarse.

Mombi-Moreno: Acoso del Mombi contra la escandinava del moreno. A través de la niebla se atisbaban los agujeros del flanco de rey del negro. Moreno apela a numancia y se cierra en banda. La niebla se acaba instalando en el juego de mombi que no encuentra entrada y se firman las tablas.

Palacio-Monje: Cuando sobran piezas es mejor sacrificarlas. Y total, como las piezas casi no se ven, mejor es tirarlas. Eso piensa el blanco que cede calidad y peones. Al no encontrar compensación, el blanco se rinde....justo en la posición en la recupera pieza en una!!! y se habría quedado ganando o casi. Todavía nos queda en la pared dos bollos; uno por los cabezazos que se dio el blanco. Y otro de los cabezazos que le dimos nosotros al monje.

En definitiva, un tres y medio, algo abultado, que nos deja segundos en el grupo. Y es que cuando no vemos las piezas jugamos mejor.