martes, 26 de enero de 2010

Liga Vasca 1º: ronda 3. La conjura del cochino

Tocaba viajar esta semana a tierras alavesas. Para no perder costumbre hubimos de perdernos y deambular un buen rato por esos bonitos puertos de la geografía vasca. Si es que, en el Orvina, ajedrez y turismo siempre fueron de la mano. A medio día llegamos con la misión de encomendarnos a la tarea que mejor dominamos en el Orvina B; ponernos hasta las cartolas. Tras preguntar a unos indígenas, acabamos en un mesón que prometía.

Dice el dicho que a todo cerdo le llega su san martín y a todo cochino su Orvina b. Y a eso nos dedicamos, cuatro raciones de cochinillo que fueron despachadas como Dios manda, echando los cubiertos a un lado e hincando el maxilar en la carrillera. Las fotos son testigas de tamaño ensañamiento. Nótese la fruición con la que Egoi muerde al inocente gorrín. Al calor del tinto peleón de turno y mientras los churretes nos caían por la comisura de los labios, nos conjuramos para no volver a casa sin un triunfo. Huelga decir que casi no volvemos.

Llegan las cuatro. Del puerco cuadrúpedo no quedaba ni el recuerdo mas su venganza pronto se dejó notar en forma de un enorme sopor a todas luces incompatible con la práctica decente del ajedrez.

Enfrente el Amurrio; un equipo incómodo. Mucho elo a nuestro favor pero un grupo de chavales que van hacia arriba mientras nosotros, abueletes ya, pues eso, llevamos la línea ascendente del Titanic después de chocar con el iceberg.
En fin, nos soltamos un botón del pantalón y al lío:

Segura-Jiménez: Una escocesa tranquila y llevadera hasta que me llega el momento de enrocarse. En ese momento, el espíritu del gorrino se me arrima al oído y me dice: -oye, ya que tienes el flanco de dama hecho unos zorros ¿por qué no te enrocas de largo? Venga, dicho y hecho; en cinco jugadas consecutivas hago h5-h4-h3, hg y o-o-o. Se monta la de Dios en los flancos. Parece que me quedo mejor pero llega el apuro y en el tikitaka, no acierto y repetimos jugadas.

Mombi-Miguélez: El gorrino se asoma a la oreja del Mombi y le ordena: -Cámbialo todo, cámbialo todo. Y el Mombi ni corto ni perezoso se dedica en las primeras 15 jugadas a cambiar hasta las piezas que no tiene. A pesar de eso, un sospechoso b6 del negro permite al blanco una clavada, Ab5, muy fea. El amurritarra se defiende con un par de únicas pero suficientes y la posición queda más muerta que los bifidus del yogur que me caducó la semana pasada. Tablas.

Etxaurren-Monje: Una holandesa en la que, por una vez, (albricias!) consigue ventaja el rochapeano. Pero el gorrín no estaba por la labor de permitir ningún festín y la ventaja del orvino, se convierte en nada al llegar al final. Tablas.

Egoi-Meneses: Aconsejado por el gorrino, Egoi se decide por la apertura aburrepiedras, con el resultado evidente y triste de igualdad total. Tras cambiar piezas, peones y demás consigue una misérrima ventaja en el final. Con pocos segundos para el control Egoi ofrece, pide, implora tablas al de Amurrio. Pero Meneses no acepta y lo que suele ocurrir en estos casos, se equivoca. Egoi llega al control y esta vez es Meneses el que pide tablas. Egoi las rechaza y gana de forma agónica el final.

Victoria apretada por dosymedio. De no ser por el cochino animal, podría haber sido mejor el resultado pero vamos, que viendo las partidas, en fin, nos metemos los puntos a la saca y vamos más que servidos. Pero la venganza del cochino aún no había llegado a su fin. Alentado por el bicharraco, no me preguntéis cómo, me cargué el espejo retrovisor del Mombi de un cabezazo. La próxima vez, de segundo elijo ensalada verde.

2 comentarios:

Mombi dijo...

Por suerte, la conjura del cochino no fue muy grave y el retrovisor está ya puesto en su sitio, lo que nose como habrá quedado tu cabeza, la tienes en su sitio?

Grande Jimenez, muy grande !!!

Saludos,
Mombi

Monje dijo...

me encantan las fotos y sobre todos los pie de fotos que les has puesto.

"retransmisión en directo" k bueno!!!