lunes, 8 de marzo de 2010

Liga Vasca 1º: 8º ronda: crónicas zumbadas



Los restos del burger han empezado a emitir ese olor dulzón de la putrefacción. El rojo de la carne se está tornando en verde oscuro. Mmmmm. Están en su punto. Alargo mi trompa y me dispongo a darme un festín. Si no fuera por estos momenticos diría que es una mierda la vida de mosca. Pero no está mal. Lo peor es el aburrimiento. La torpeza de los vecinos del 2º y del 4º con el matamoscas hace que no tenga ya ni ese aliciente. El del 4º , Berni, era el más peligroso pero desde que tiene parkinson sus intentos de aplastarme son patéticos. Más peligrosos para él o para el mobiliario que para mi.

Últimamente me he aficionado al ajedrez. En el bajo hay un club, el Mikel Gurea y suelo pasar las tardes ahí. El sábado, tras finiquitar mi “happy meal”, me acerqué por allí a ver las partidas. Por lo que leí en los papeles del club (sí, aprendí a leer, siendo capullo, en el contenedor del papel) se juega una liga vasca o algo así. Vienen los vecinos, los del Orvina; una salida de apenas 300 metros para los txantreanos. Lo sé porque suelo veranear en la casquería de ese barrio. Venían los orvinos necesitados de una victoria contundente para olvidarse de la lotería de la última jornada. Para ello, presentaron su alineación más floja. Pero, en fin, no había más. Algunos ajedrecistas incluso se permiten tener vida propia fuera del ajedrez.

Sobrevuelo las partidas en plena apertura; Jiménez plantea su muro de piedra contra Mancha, que se vuelve un muro de hormigón tras jugarlo Aritz con Ce5 y f4. Monje se va quedando bien con su catalana contra Irañeta. La posición de Egoi empieza a quedarse algo pasiva en otra catalana. LuisDa, en su debut con el b, plantea una siciliana cerrada y van preparando el desembarco de peones en cada flanco.

Me voy a echar un vuelo por ahí, he visto un charco a la entrada jugoso. Tengo que darme de codazos para hacerme sitio y esquivar a un moscardón con sucias intenciones. Mientras estamos bebiendo, una rana asquerosa le lanza la lengua a Wendy, la mosca verde del bloque de al lado, y la engulle. Me da igual, nunca me cayó bien. Me vuelvo para el club. Sobrevuelo el primer tablero. A duras penas esquivo una coz del caballo de e5 de Aritz, que se está volviendo bastante agresivo. Sin embargo, el g4 del blanco se torna excesivo y se adivinan agujeros en el enroque. Vuelo hasta el segundo; la presión del tal Monje contra b7 tras los cambios en el centro le da clara ventaja. Aitor se ha quedado con un peón pasado fortísimo en d5 que empieza a mosquear a Egoi, que tiene problemas para sacar las piezas. En el cuarto, LuisDa va consiguiendo mucha ventaja tras aprovechar varias pérdidas de tiempo de la caballería blanca.

La concentración de los jugadores les impide oír mis, por lo general, desagradables zumbidos. Eso me molesta. Así que salgo de la sala y subo por la fachada hasta la ventana del cuarto piso. Entro y me encuentro a mi amigo Berni viendo una peli lacrimógena. Tiene los ojos brillantes. Empiezo a pasearme por los cuatro pelos que le quedan en su blanca cabellera. Berni es muy nervioso y las moscas le ponemos mucho más nervioso aún. Empieza a dar manotazos. Dios, este es otro de los momenticos por lo que merece la pena ser mosca. Además soy de las peores. Por algo logré el título mosca cojonera 2009 del bloque. Berni se vuelve loco y derriba de un manotazo el jarrón de porcelana, marca la pared con un zapatillazo y vuelve con los ojos inyectados en sangre y con una sartén en la mano mientras se caga en parte de mi familia. Salgo por la ventana, antes de que se haga daño y vuelvo a las partidas:

En el primer tablero se firman la tablas, en una posición poco clara; la ventaja de espacio de Mancha no logra cubrir sus zumbidos en el flanco de rey. Fritz bendice la decisión. Monje pierde su ventaja en un descuido y se encuentra en una curiosa posición de torre y dos peones pasados por pareja de alfiles de Iker. La pareja de alfiles se va activando y a falta de escasos minutos para la caída de la bandera, ambos deciden sellar la paz en una posición muy difícil de valorar. Si el peón pasado de Aitor era molesto en d5, en d6 es criminal con la entrada de piezas en d5. La posición de Egoi se desmorona y cae el punto para Burlada. El enroque de Aguinaga también se desmorona tras la avalancha de peones del flanco de rey y este punto se marcha para Orvina.

Para las ocho y media todo ha terminado. Buena jornada sobre todo, por lo incierto del resultado pero, bah, estos humanos no tienen ni puta idea de jugar al ajedrez. Los orvinos se retiran y dicen que han quedado para cenar. Seguro que comen carne fresca, agua limpia y guarradas cómo esas, ¡qué asco! En fin, yo me voy a echar unas partidillas al Zángano21. Bueno, igual antes le hago otra visita a Berni, que es su hora del baño; a ver si consigo que le caiga la radio encendida en la bañera.

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