lunes, 22 de febrero de 2010

Liga Vasca 6º ronda: nasíos pa matá



Llueve. Nieva. Día desagradable en el exterior. En cambio, en el interior del Cuartel General txantreano del Orvina el ambiente está mucho más calentito.
El presi, Minde; general de las tropas acuarteladas y acartonadas en el Club se rasca la nariz. Mala señal. Significa que está de mala hostia. De muy mala hostia. Cuatro subalternos se cuadran delante suyo bien firmes. Son del III regimiento de infantería de Orvina b. El general Minde se pasea delante suyo echando humo por las ventanas de la nariz. Cada vez que habla, un vozarrón chillón y desagradable brota de su garganta y una lluvia de felipes aterriza sobre la cara del incauto que tiene delante.

-Soldados!! Sois la vergüenza de todos mis ejércitos txantreanos. Tercera batalla sin vencer. Esos vizcaínos se han llevado dos puntos de mi casa!! No soporto a los ineptos. Si hubiera cucarachas lo suficientemente grandes para sentarse en una silla, dad por hecho que las alinearía en vuestro lugar! ¿¿Vuestros agujereados cerebros lo han captado??
-¡¡Señor, sí señor.!!
Se planta frente al primero de la fila.
-De dónde es usted, soldado?
-Señor, de la rocha, señor.
-En la rocha sólo hay vacas y maricones. Y no le veo los cuernos!!. Qué conclusión saca, soldado?
-Señor, no caigo, Señor. Puede darme otra pista, señor?
-Dios! Además es corto. ¿¿Cómo se llama, soldado??
-Me llamo g….
-Me importa tres cojones cómo se llame!! Acabo de ver sus resultados y están llenos de roscos. A partir de hoy es usted recluta Bujero. Está claro?
-Señor, sí, señor.
-Recluta Bujero, dígame qué hostias hizo el sábado con el pelotón que le encargué para detener al comandante Angulo??
-Señor, la apertura de las hostilidades fue un desastre señor, encomiendo al sargento Beresov el inicio de las hostilidades pero en el movimiento 12 las tropas invasoras ya me hostigan el cuartel: por h con infantería, por g4 con la caballería y por d6 artillería. Consigo defenderme en las trincheras y repeler el ataque. Pero en el apuro y con los antiaéreos a pleno rendimiento, las tropas rivales penetran, matan a mi obispo y se hacen con la colina.
-Recluta Bujero, es ud. una calamidad.

-Ud. es Mombiela, verdad? Otras miserables tablas? A partir de hoy se llama recluta Carpintero, lo entiende recluta?
-Señor, sí, señor.
-¿Qué demonios hizo el sábado para dejarse robar medio punto?
- Señor, la apertura fue otro desastre, una auténtica Pirc-ería. Tras los trueques de artillería pesada, pronto me vi atrincherado en casa con el obipo más malo que se pueda tener contra una avalancha de peones y una pareja de obipos que amenazaban con excomulgar a todo mi pelotón. Capturé a un soldado rival pero las torres de asalto penetraron en mis líneas. Con desventaja de infantería y justo antes de la rendición, encuentro un truco que obliga a cambiar toda la infantería y a firmar el armisticio. Pero salvé medio punto, señor.
-Su medio punto me lo paso por el forro de mis peludos huevos!!, se entera recluta carpintero?, yo solo quiero victorias!!!

-Y ud por qué sonríe, soldado monjil?
-Señor, es que gané, señor.
-Mmmm, y van varios puntos, está bien, ud. será recluta Palote. ¿Qué tipo de conjura cósmica ocurrió para que ganara, recluta Palote?
-Señor, el subteniente Sanz levantó trincheras y levantó un muro de piedra en mitad del campo de batalla. Planté a mis obispos en fiancheto y envié a los barrenadores para que dinamitaran con f3 el muro. Se cambiaron torres en c e infantería en e5. La contienda quedó igualada pero controlando todos los puntos clave. La ruptura con e5, me dejó el camino libre a la infantería de g y h contra la suya doblada en e. Con eso, el final de la batalla fue sencillo.
-Está bien, recluta Palote. Pero no infle demasiado su apestoso pecho. Sé que dentro de usted hay un pepino como el cuartel general de grande y un día de estos saldrá. Ese día estaré yo esperando para darle tantas collejas que se le saldrán las amígdalas por la boca, ¿Lo ha comprendido recluta Palote?
-Señor, sí señor.

-Y usted qué hizo, especie de ente barbudo con patas?
-Señor, yo conseguí medio punto para su batallón, señor.
-Quiere decir que se ha dejado medio punto en el campo de batalla donde mejor era nuestra artillería. En lo sucesivo, se llamará recluta Moñas, ha quedado claro?
-Señor, sí, señor.
-Recluta Moñas, abra ese buzón que tiene en medio de la cara y dígame dónde se dejó medio punto.
-Señor, no tuve ninguna opción, El sargento Zabala me dejó frito en la apertura, bastante hicieron mis hombres con evitar el asalto de la caballería por mi flanco derecha. Tras el bombardeo conseguí cambiar la artillería pesada, la realeza y buena parte de la infantería. Viendo el panorama, firmamos la paz.
-Y no pudo forzar el asalto final, recluta Moñas?
-Señor, a decir verdad, mis posiciones eran bastante malas cuando se firmó el acuerdo, su pareja de obispos me habría destrozado.
-Recluta Moñas, es usted una nenaza. Todos ustedes son unas nenazas indignos de llamarse txantreanos. Lo han oído, bien? Qué son ustedes??
-Señor, nenazas, señor, detritus, deshechos de hospital, señor.
-Así me gusta, que nos entendamos. Pero pienso arreglar esto, por la puta madre que parió a Panete que yo os convierto en auténticos soldados.

Entrega una cucharilla a cada uno de los reclutas.
Recluta Bujero se atreve a preguntar: Señor, ¿va a alimentarnos toda la semana a base de yogures con bifidus para mejorar nuestro juego?
-¡¡El bífidus de mis cojones se van a comer ustedes!!. Van a empezar a cavar una trinchera con las cucharillas y como el próximo sábado no haya una zanja de dos metros de alto por ocho de ancho para cuando lleguen los Fomentos, me voy a hacer una manta polar con sus escrotos, ha quedado claro, soldados?
-¡¡Señor, sí señor.!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja.

Muy bueno el montaje. Minde esta espectacular!!!!

Unai dijo...

Joer, Minde, como te pones en cuanto el equipo flaquea.