martes, 8 de julio de 2008

Investigadores



Y ahí estaba yo. Tan ricamente. Disfrutando de los últimos días de mi trigésimoequis cumpleaños y ya bien cerca de mi trigésimoequismásuno. Sin hacer daño a nadie. Sin arruinarme en psicólogos por la alargada e inquietante sombra de los cuarenta, allá en el horizonte. Haciéndole la autopsia a un pollo asado y dispuesto a verme el documental de turno sobre una panda de ñuses y seres bovinos varios que nunca llegarán a la treintena de una pieza, solo para darme el placer de verlos devorados por el león del sherenguetti de turno. Con un ojo vago y el otro poniendo el cartel de “indisposición momentánea, volvemos en un rato”. Tan ricamente, vamos. Hasta que llegaron los Putos Investigadores. Joder, pero qué les he hecho yo a estos tíos?. Alguna vez me habéis visto pegar a un investigador?. Sin causa justificada, digo. Pues, en cambio, ellos no tienen pasatiempo más jocoso que indigestarme los últimos bocados del muslo de pollo.


El final del Telediario. Es donde los presentadores aflojan el rictus tras un telediario generoso en muertos en inundaciones, euribores cabrones, y maltratos varios. Y les sale esa sonrisilla bobalicona. Es el momento de las noticias sociales. La Elena Resano, con gesto juguetón, nos suelta: “ los Investigadores (mayúsculas) han descubierto que el reloj biológico también hace estragos en los varones” Pone cara de estar pensando “ ahí os jodéis, maduritos”.


La siguiente imagen es la de la Investigadora: Tiene gafas (todos los investigadores tienen gafas, aunque no las necesiten), es fea (todos los investigadores son feos, que no os engañen las series), con esa cara acartonada y blanquecina de quienes pasan horas incrustando el ojo en el microscopio. Habla como el Oráculo, con la seguridad de un cura hablando de Dios. El siguiente minuto y medio escupe todos lo males apocalípticos que padecemos o habremos de padecer en breve los treintañeros: Tripas prominentes, calvas saharianas, pelos en partes insospechadas del cuerpo, carnes con la densidad del blandiblú. Pero es en la cosa sexual, donde abre los ojos y se relame de gusto en nuestras desgracias: eyaculación precoz, penes con la dureza de un plátano al que han dejado al sol tres días. Y añade: “Pero aún peor: espermatozoides vagos, enfermizos, con las colas tan juguetonas como las lápidas de un cementerio” . Imagino campos devastados con espermatozoides muertos o agonizantes, un panorama desolador, como un diccionario por el que hubiera pasado la ministra Aído.

Y sonríe satisfecha la cabrona con sus conclusiones inapelables. Y yo ahí con mi muslo de pollo congelado entre mis dedos, visualizando las epidemias que en cuestión de horas voy a empezar a padecer y haciendo apuestas sobre cuál de ellas será causa de mi defunción. Probablemente, la señora investigadora sea una fan psicópata de “La fuga de Logan”, aquella serie donde se cargaban a la peña al cumplir los treinta.


Y por qué no me dejará tranquilo la tía esa y los investigadores en general? No podían hacer estudios sobre la intensidad del mordisco de sus ladillas? O descubrir una ley que haga inversamente proporcional el sudor que chorrean sus cerebros y la distancia de sus parejas en la cama?. Hace poco se oían por la radio los nuevos estudios de sesudos investigadores. Esos estudios afirmaban que, tras estudiar con fruición la serie, habían llegado a la conclusión de que el campo de fútbol de Oliver y Benji tendría que medir 6.378 kilómetros de largo para que fueran posibles pases y carreras. Otro estudio afirma que calculando la distancia del pueblo que salía detrás de Heidi, su columpio debía medir 20,20 metros de alto.

http://www.youtube.com/watch?v=HXW31ZyorVA

http://forum.lawebdefisica.com/showthread.php?t=1477

Ese es el tipo de cosas que deberían estar estudiando y dejar tranquilos a los treintañeros con nuestras cosas. Todo el mundo sabe que las mayores mentiras empiezan con el epígrafe “ estudios recientes afirman…” o “se ha descubierto recientemente”.


Y ya nos estamos cansando de ver veinteañeros imberbes y sin sustancia copando los puestos punteros en los deportes, donde a los treinta estás en el asilo, en el cine, en los anuncios, en los trabajos. Ya podéis temblar veinteañeros, que un día de estos los de treinta nos vamos a sublevar contra vuestras hormonadas personas. Claro que para entonces, ya tendréis treinta vosotros…..

En fin, por el momento, no haré caso de la petición del Sindicato Unido de mis espermatozoides que piden demanda judicial contra la señora Investigadora por injurias y calumnias. Pero, por Dios, déjennos tranquilos, señores investigadores. A lo mejor podéis estudiar la fuerza de los pechos de Afrodita A. O una fórmula para calcular las arrugas de los calcetines de punto. Así estáis entretenidos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Primero:
Las gafosas escasofornicadas de bata blanca (¿será guardapolvo una metonimia?) constituyen una subespecie (perdón) dentro del subgénero (perdón) femenino. Participan por ello, y de manera superlativa, en lo que se ha dado en llamar Zorrismo: movimiento cultural consistente en la obtención de beneficio propio a costa del resto de la especie, a costa, en particular, del subgénero masculino. Aplican para ello variopintas estrategias, las menos comunes de las cuales no son las que se obtienen de la atracción animal que provocan. La variedad "batiblanca", no disponiendo del arma sexual para proveerse de favores (dado su nulo atractivo físico) sublima su frustración en forma de estudios científicos antivaroniles.

En fin. Lo que quiero decir es que no te preocupes, que a ti nunca te llegarán las tetas a las rodillas, cosa que a la tipeja que mencionas le sucede desde hace años.

Segundo:
¡Meca&*~梴ǡ*Ô"#@_@#45£güentupelo!. Me acabo de enganchar por tu culpa a los youtubes de Heidi. Mierda!!

Anónimo dijo...

" Imagino campos devastados con espermatozoides muertos o agonizantes, un panorama desolador, como un diccionario por el que hubiera pasado la ministra Aído."

XDDDDD. Que bueno.

Aunque detecto cierta misogimia en la entrada (mas bien en todo el blog), incluso en los comentarios.

Anónimo dijo...

Blas Zeta:
Glub, si es subconsciente, acuso de mi misoginia a freud y sus acólitos freuditas pero nada más lejos de mi intención es ser apologeta de la misoginia. Más bien al contrario...

Anónimo dijo...

Blas Zeta:
Dios, es cierto. Harto peligroso es el mundo de los yutubes; yo estoy enganchado al vídeo de los muvirecords, que ya no consigo encontrar en ningún cine.
Así que ojo, que se empieza por heidi y sabe dios dónde se acaba.