miércoles, 5 de mayo de 2010

san pascual, santo y cirujano




El 17 de mayo es San Pascual Bailón. Quién fue san Pascual Bailón? Te preguntas mientras practicas la onicofagia con fruición. No temas, mi merced y la de la wikipedia te iluminamos.
Fue un cura levantino que vivió alla por los 1.500. Un tiparraco enjuto, aquejado de calvicie, distraimiento del aseo y mala hostia crónica. Practicante acérrimo de lapobreza y castidad, raras costumbres entre el clero de la edad media …y de los tiempos que corren. Conocido fue por sus accesos de iluminación divina que le hacían bailar como un poseso delante de la virgen,.

Pero he descubierto grandes coincidencias en mi persona y la de Pascual Bailón. Su compañero de celda le describe como “Nunca pensaba en satisfacer el menor capricho. Siempre ponía estudio en mortificarse a sí propio. Yo he visto brillar en él la humildad, la obediencia, la mortificación, la castidad, la piedad, la dulzura, la modestia y, en suma, todas las virtudes: y no puedo decir a ciencia cierta en cuál de ellas llevaba ventaja a las demás…..si acaso un artista de la santidad”. Dios, pero si es mi descripción. Ni yo mismo me hubiera descrito con tanta precisión. Seguro que los que me conocéis lo confirmáis a pies juntillas.

El caso es que el 17 de mayo, el bisturí del cirujano penentrará en mis tiernas carnes y yo, más devoto de las artes celestiales que de las de los mortales, me he encomendado a San Pascual Bailón para llevar a buen puerto mi reestructuración glenohumeral. Eso sí, a la hora en que el escalpelo mancille mis carnes espero que San Pascual insufle al galeno más su orientación santa y recia que su otra orientación bailona y epiléptica, por aquello de las catástrofes que me pudiere hacer el señor doctor.

Habré de conocer de nuevo pues ese horrible lugar verde lleno de enfermos, llamado hospital. En fin, que San Pascual me de fuerzas también para acometer con dignidad la merluza hervida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estás enfermo blas, lo sé, lo sabes, lo sabemos. Y no creo que el oxidado cúter del gris cirujano quemado con los turnos y recortes de la Ktz, del imberbe mir sajando por primera vez algo que no sea un cadáver y paralizándose fascinado ante la visión de tu sangre brotando libre de venosas ataduras, del bromista celador que ha querido ir un poco más allá en sus desfases, vaya a ser capaz de sanar semejante patología, ni siquiera por tu cántico a SPB. Eso sí, si al final el que queda bailón es tu hombro, je, je, qué difícil nos lo vas a poner para no hacer bromas ocurrentes, recurrentes y rebuscadas relacionando ambos cocetos. En fin, suerte y ánimo campeón

blas zeta dijo...

Gracias, majo,
me conformo con que no se dejen dentro del brazo las pinzas y que la merluza lleve mahonesa (sic)