Los párpados empiezan a 
titilar como un semáforo que va cambiando a modo siesta. Camisón blanco 
hasta los tobillos. Gorro de cucurucho con borla. Bacinilla a los pies. 
Que nunca se sabe. Una vela en la mesilla. En la tele, Mutomba, una ballena jorobada se prepara 
para meterse entre pecho y espalda tonelada y media de sushi de 
arenques. Afuera, lluvia, frío, gente gris por la calle con paraguas 
grises, lo que acentúa, aunque sólo sea por disfutar de la desgracia ajena,  la felicidad del momento.  Lo más parecido al 
Nirvana que se puede disfrutar un sábado sestero de octubre. Pero ya lo 
dijo MCD, grupo de grandes filósofos de los años 80: "Siempre hay 
alguien que te jode".
En
 este caso, un ser de la tierra del mejillón, con la inteligencia de un 
percebe y la soltura de un pulpo en el Zentral. El timbre suena como
 si me golpeara con una batea en mi cabeza. -Bajas o qué?- eh? 
-Venga, hostia!- Ya vaaa! Esa mezcla de acento gallego navarrizado me 
devuelve a la realidad. Dejo a Mutomba con el piscolabis a medias y me 
preparo para otra bonita jornada de magrear madera sobre un tablero de 
plástico con la gracia de un bailarín epiléptico. 
Enfrente
 Runa, un grupo de talentosos chavales que prometen....bueeno, mentira, un grupo
 de viejos rockeros curtidos en mil batallas que lo que prometen es dar mucha guerra y a
 los que tenemos que meter el máximo de goles para mantener las opciones
 en el porequipos. La estrategia es clara. Para empezar el gallego les 
inutiliza el baño con una visita para que no tengan donde huir. Y ya con
 eso, nos sentamos a disfrutar de nuestro bonito oficio. 
Unai
 juega contra Miguel Angel Hernández. Una holandesa de esas de las 
suyas. En un primer vistazo veo que lanza los peones del flanco de rey y
 parece que el ataque va a ser muy fuerte. Pero el blanco se defiende 
bien y logra liar la partida hasta una posición difícil de evaluar con 
posibilidades de ataque para el blanco. En mi siguiente paseo, (soy como
 un figurante de the walking dead, qué le voy a hacer, no puedo estar 
sentado...) veo aterrado que sus peones del flanco de rey han 
desaparecido y el rey campa desnudo como un hippy ahíto de LSD allá por 
Woodstock. Dice Unai en el postpartido que todo estaba controlado y siempre con
 ventaja. Es palabra de Master, te alabamos, óyenos. Mis neuronas no 
están diseñadas para valorar las posiciones de estos tipos (ver foto más abajo). Al de un 
rato, gana su partida, no sé muy bien cómo y la paz vuelve a nuestros 
corazones. 
Mikel
 con Barbería; juega una siciliana Najdorf, de las de Enroque en 
distintos flancos. De las que hay que estudiar un montón porque si te 
equivocas en el orden, te hacen un hijo de madera. Todo para él, vamos. 
El negro va montando su ataque pero a costa de dejar bastantes agujeros 
en sus casillas centrales. En un momento dado, la irrupción de la dama 
del enano en d6, provoca el cortocircuito en la posición negra y fruto 
del descalabro, consigue cazar la dama negra en una bonita maniobra. (ver foto) A 
ver si al final va a salir bueno el renacuajo este...
Navarrete
 o el síndrome del alcoyano. Contra Sóstenes, un jugador mucho más duro 
que el elo que profesa. La partida transcurre sin sobresaltos y un tímido intento de ataque del blanco no llega a ninguna parte. Se llega a un final 
de alfiles de distinto color (foto) , más muerto que la carrera política de 
Pedro Sánchez. Pero Nava es inmune al desaliento y a la sed cervecera de
 sus compañeros de equipo y nos regala una exhibición de todo tipo de 
intentos de atraco que no fructifican. Cuando ya nos ponían los runos 
las camas para pasar la noche, firman por fin las tablas.
Pablo contra Alfredo  
juega una línea rara de la Caro Khan y consigue quedarse bastante bien.
 Enroque en distintos flancos. Dd2-Ah6...etc. Parece que victoria clara. 
Pero el presi consigue liarla gracias a un peón en b3 muy molesto. 
Gallego me mira compungido en uno de mis paseos. "Creo que pierde" me 
dice con carita de niña de 5 años que ha perdido a su osito Teddy. Lo 
cierto que el rey del más largo de los orvinos tiene que dar unos 
cuantos paseos, soportar infinidad de jaques hasta hacerse un agujero en
 el flanco contrario. Llega el contable, hace sus cálculos y sentencia 
"calidad de más". Punto. 
Yo
 juego contra Ramón. Un pesadísimo muro de piedra, de hormigón casi con 
el f4 de las blancas. No cambiamos peón hasta la jugada 14 y el centro 
del tablero parece una concentración de jubilados en una inauguración a la llamada de "lunch gratis". Montones de piezas se 
amontonan sin más objeto que el mero disfrute visual (foto) . Estévez intenta un
 ataque a costa de la pareja de alfiles que no conduce a nada y me quedo
 mejor. Con todo, la paciencia del runo es breve y decide no esperar a 
mi ataque moñas de minorías en el flanco de dama y me arroja un g4 a la 
cara en los apuros. Así, "a ver qué pasa" (foto) . Pero no fructifica y se le cae la posición 
en pocas jugadas. 
Minde
 volvía a los ruedos contra Juanco. No se acordaba ni cómo se comía al 
paso. Le explicamos las reglas un poco antes de empezar. La apertura una
 Pirc-ería con e5 a las primeras jugadas. Una línea con muchas celadas.
 El caso es que el negro cae en una celada con la que pierde torre, nos 
dice Mikel después. Pero Minde pues no la ve. Para qué? mejor sufrir un 
poco. De todas formas, se va quedando con mucha ventaja y parece 
victoria fácil. Sin embargo y, por suerte, el negro omite un truco que 
le daba igualdad si no ventaja. Una curiosa posición con la torre cazada
 en medio del tablero. Pero no se llega a eso y punto pal minde. 
Mombi
 con Jeddi. Juega una Escandi -Nada. Porque eso es lo que se consigue 
con esa apertura tan fea de ver. Los escandinavos sirven para construir 
muebles de leña o para calentar tu cama en forma de edredón pero no para
 hacer aperturas. Vamos, digo yo, que sé mucho. El blanco se queda bien con un centro potente
 pero con el negro sin debilidades. Sin embargo, Jeddi se deja un truco 
fácil al dejarse el peón de e5 y a partir de ahí su posición se derrumba
 como un edificio de Calatrava.
Por
 último, el gallego, contra Vital,  nos ofrece un recital parecido al que nos tiene 
acostumbrados. Ya no son sólo sus parejas las que le llaman "Cinza el 
Precoz" o "Javi el Rápido" (sabe Dios por qué motivo....) sino que 
tendremos que empezar nosotros también; últimamente no pasa más de 2 
horas sentado en el tablero el tío. Una francesa del avance y pronto 
queda con mucha ventaja. El negro tiene que mover el rey que pronto se 
convierte en objetivo de las piezas blancas. En pocas jugadas, le hace 
una combinación de nivel 1, de las de las revistas de ajedrez que 
amenizan mis visitas al baño, y se come la dama. 
Buena
 jornada. Siete puntos y medio que nos dejan primeros en el torneo tras 
el resultado de Santa Ana. Aunque según cómo se mire. Según Alfredo, si continúa la progresión de los últimos años (rosco-rosco-medio) en 
16 años nos ganan (cálculo de uno de letras puras). Glubs, habrá que ir 
plantando chavales para entonces que aquí, un servidor, será en esos 
tiempos M.I. del julepe.








 
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