Título: Chico malo
-Con el derecho siempre procuro mirar para otro lado-dice.
Le miro con frialdad. Empieza a balbucear. Me controlo. Es mi mejor cliente.
-Está bien-
Me tapo el seno derecho cubriendo la imagen aterradora de Satanás tatuada alrededor del pezón.
– Puedo tocarte?
-Recuerda las normas, Adrián. Esta semana has sido un chico muy malo. Voy a tener que castigarte.
Adrián se pone rojo.
Es morboso ver a un alto ejecutivo vestido con tiras de cuero pidiendo clemencia.
Dos horas después salgo a la calle. Hace frío. O quizá es esa maldita sensación de vacío. No era esto lo que pensaba cuando acabé Psicología.
Sonrío. Bueno, tampoco está tan mal.
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