¿¿Eso
es el Orvina A ??- preguntaba con voz trémula el Trol más famoso de
este blog de suburbio. Tamaño desprecio no tuvo efecto alguno sobre los
agraviados restos con que tuvimos que confeccionar el equipo y se
encogieron de hombros con un lacónico "es lo que hay". Tres adolescentes
a medio hacer con el abuelo Mombi como guía espiritual y ejemplo en la
vida (sic). Otra cosita es el B que se presentaba con una alineación ya
de sobra conocida para cualquier ajedrecista vascongado que se precie.
Cuatro tíos de serie B con el único objetivo de seguir vivos en esta
categoría que nos vio nacer. Y apoyándonos el colectivo hostelero vasco
que espera ansioso año tras año nuestras visitas. y para los que un
descenso nuestro supondría el cierre de numerosos establecimientos.
La
primera prueba no se antojaba sencilla; meter cuatro dos navarros, un
bilbaíno y un gallego, que es como un bicho palo gigante, en un C3. Un
poco de Tetris y `pa` Sestao. Un sol del carajo. ¿Bilbao + sol? ¿esto qué
coño es? Extraña combinación; qué será lo siguiente? Osasuna + ascenso?
gallego + anorexia? Egoi + tijeras? .
Al
llegar otro clásico; nos perdemos en la entrada. Hay cosas que ni un
bilbaíno experto en orientación, ni 3 móviles con gps pueden evitar. En
fin, tras comprobar que el local de juego está en un desierto por donde
corren bolas de paja, nos vamos a asegurar el tiro; el centro gallego de
Sestao; parada obligada que ha visto grandes actuaciones del Orvina, esta vez
con el añadido de alimentar a ocho bestias navarras en perpetua hambruna
en media hora. Y cumpliendo con creces; una ensalada con más
ingredientes que líneas me sé de mis aperturas y una tarta de cuajada
que merece de largo el cuarto de hora que llegamos tarde. Y el gallego
ejerciendo de coche escoba para cuanto restillo quedaba en los platos
que iban saliendo, cumpliendo así una antigua norma del Club Orvina; los
platos que pasan por un Orvina no necesitan fregaplatos.
En
ese estado anímico-intestinal nos presentábamos en el hotel Naval,
bonita construcción ubicada en la zona residencial de Sestao, rodeada de
parques, niños jugando y jardines con flores. Enfrente, Sestao B,
poderoso anfitirión, que contaba sus encuentros por victorias y ante los
que buscábamos el humilde objetivo de arrancarles medio punto que nos
confirmara la salvación matemática. Para ello, contábamos con nuestra
arma más poderosa; la preparación de las partidas. Aunque esta vez con
algunos problemillas: yo, que no preparo; por pereza y porque mi
antivirus opina que el chessbase es un ente maligno del averno; a Monje
le tiraron la preparación en la jugada 1, Egoi preparó con negras y hete
aquí, cosas que pasan, que jugaba con blancas y al gallego no le vino
el rival previsto. Pero, en fin, esto salió:
Zeta-Trigo:
Una defensa modernilla de esas, cómo se llama? philidor?. Sacamos las
piezas, nos disponiamos a atizarnos de lo lindo pero, de repente,
llegamos a la conclusión de que ya hay demasiado dolor en el mundo como
para añadir un granito más a esta paella de dolor. Nos fundimos en un
abrazo y firmamos las tablas. Joder, creo que este año no me voy a
llevar el premio a la combatividad. Pero por poco.
Marchena-Monje:
Una kalasnikov, donde el negro arrastra sus piezas por octava y
séptima y súbitamente brotan todas a la vez y te dan un leñazo en el
flanco de rey; creo que esa es la idea al menos.
La
apertura dejaba una posición fea a la par que desagradable, aunque
Fritz no le ve mucho problemas. Tras cambiar varias fichas, se llegaba a
un final con pareja de alfiles para el blanco, donde el carpintero ya le empezaba a tomar medidas a Monje.
Tc1?! Tc5!
En
esta posición, Fritz da clara ventaja con a6 pero Marchena juega Tc1;
parece que Tc5 daba ya tablas al negro pero sigue f6 y el negro sigue prieto. Sin embargo, Monje, con gran apuro de reloj
consigue aguantar la posición como un animal y Marchena se ve obligado a
llegar a un final totalmente plano. Todavía habría el sestaotarra de
dar guerra y llegar a comerse un peón pero en posición de tablas
teóricas. Brutal la partida del ser monjil, que, como va siendo
costumbre, firmaba la última partida de la ronda de liga vasca y sacaba ese medio
punto que, a la postre, nos dio el tercer puesto.
Te1+-Ae7 / Ch4!
Egoi-Alonso:
Una siciliana de las de a6. El negro juega la apertura de forma algo
optimista y se llega a esta posición. Fritz da clara ventaja con Ch4. El
problema es que apenas tiene Egoi 5 minutos a estas alturas. Las
blancas lanzan los peones en el flanco de rey y logran clara ventaja al
ganar una calidad y entrar en un final de torres contra torres y alfil.
Sin embargo, el juego activo del negro junto con el apuro extremo del
peludo chantreano dan vida al negro que logran casi la igualdad en esta
posición, llegando incluso a rechazar tablas.
-h5?! / gh-f5 / Rf4!
Sin embargo, un dudodo h5
da un claro objetivo al blanco, que se centra en el mate y la coronación
de h, logrando un triunfo espectacular. También se ha salido este año
el trol de la pradera.
- f4? - c5!
Santos-Cinza:
d4-b5; con esta cosa de dudosa cata, sale el gallego y se atreve a
llamarle una "pseudo-francesa". Seguramente, su pseudo-cerebro se
hallase embotado gran parte de la apertura por el pseudo-rancho ingerido
y sólo eso explica la pírrica posición a la que se llega tras cambiar
montones de piezas.
En
esta posición, Santos decide colaborar con la causa gallega con un
defectuoso F4, que ya pone en clara ventaja al negro.
g4-b4! -+
Más adelante, este
g4 deja la posición totalmente perdida tras b4. Gran torneo de Cinza,
con 5,5 de ocho que nos llevan a pensar que el ajedrez no tiene nada que
ver con la inteligencia, con el sentido común, ni on ninguna cosa
razonable. Misterios del jueguecillo ese de las casillas blancas y
negras.
Tras
este sindios, logramos un sorprendente 3-1, que no esperaban ni
nuestras madres más optimistas sobre la capacidad de sus
retoños, que nos dejan sobre todo la permanencia buscada y un buen sabor
de boca para terminar torneo preferido. Pero más sorprendente aún cuando,
tras unas cuantas carambolas, nos enteramos que quedamos terceros en la
categoría, por delante de algunos equipos que, sinceramente, juegan un
poco más que nosotros a esto de mover madera.
De la misma forma, "Eso",
nombre dado por Egoi al Orvina A, consiguió también el tercer puesto en
División de Honor tras un más que meritorio empate con San Viator.
Tras los discursos de rigor, recogimos nuestro trofeo y bien poco pudimos hacer para que,
víctima de la euforia, el gallego confundiera las croquetas del lunch
con esas pastillas que receta y las engullera a bocados en número
bastante superior a la decena. Consumada la razzia, cargamos el kilo y
medio de chatarra en el coche y rumbo al Goenkale, a celebrar con la mejor
combinación del día: mus + patxarán.
Con
esto nos despedimos de liga vasca en un año redondo; con el tercer
puesto en las dos categorías y con unos jodidos críos que ya nos dan
collejas no sólo al ajedrez sino, lo que es mucho más grave, al mus. El
año que viene habrá codazos para tener sitio en el B.
2 comentarios:
Genial Blas Zeta, como siempre.
Muy bueno!!
Josu
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