La
lluvia en Sevilla es una maravilla. Pero en Pamplona es una puta mierda.
Amanece el día lluvioso, plomizo, tristón. La prensa me amarga el
cruasán con una letanía de desastres, malventuras y bellaquerías de los
prebostes de turno, solo mejorado en las páginas de deportes por los
habilidosos tejemanejes de nuestro equipo local en el noble arte de la
compraventa. En fin, el próximo sábado me compro el Superpop; al menos
ahí recibiré valiosos consejos sobre si mi pareja finje sus orgasmos o
si está pensando en George Clooney en esos "momentos". Jo, tía, flipo.
Mientras el ibuprofeno se va extendiendo por mi torrente sanguíneo, miro
por la ventana y compruebo que San Cristóbal no se ha movido un
milímetro desde ayer. Y también que llueve. Llueve. Llueve.
Pasadas
varias horas de contemplación, me limpio el hilillo de babilla, ya casi torrente a
la altura del mentón y me sumerjo en el mundo lluvia camino al
club. Voy como el Dalai Lama, flotando, etéreo. Ni siquiera armado con
choto (capucha aquí en estas tierras), dejando que la lluvia inunde mi
cabeza. Llego despacio al club y en ese estado de ánimo
semiinconsciente, semiopiáceo, simiesco comienzo a mover madera.
Enfrente,
viejos conocidos; los fomentos. Descubro a Txus sentado
enfrente mío; grande tío; pero tiene la fea costumbre de ganarme el capuyo de él.
Empezamos.
Juego C4; nunca la he jugado pero no sé, al toque, hoy es día de lluvia. Mi ambicioso
plan es sacar las piezas y luego pues no sé, ya veremos.
- ...d6!?---
Agirretxe es un tío
optimista y me tira un peón; yo no pienso, hoy no es día de pensar, me
lo como. Hay compensación pero no termina de parecer suficiente. Fritz no se cree nada, claro.
Se
llega a esta posición. Juego F4 para evitar d5 pero hoy a Txus nadie le
detiene. Se monta un Cristo y se llega a esta posición en el apuro.
...d5. cd/ed. e5/ce4. Td1/
Juego Cd3 que ambos vimos como única. Fritz se parte el culo; dice que
valen muchas; Cb4, Aa5.... Final con dos peones de más y para rematar
Txus se deja un doble; hoy no es su día. Yo, sin hacer mucho, me quedo
con el punto. Así es el mundo lluvia.
Monje
monta un muro e iguala sin muchos problemas contra Pedrera. Con enroque
en distintos flancos parece que se avecina tormenta.
Pero no, se
cambian todas las piezas menores y se llega a esta curiosa posición. La
posición blanca está prieta como novia obesa el día de su boda. Las
negras se comen un peón y es ese momento en el que el ajedrez de Monje
se desborda como un Txunami. Se deja el peón y tablas. Cerrada ovación.
Otra
cosita es Sevilla. Contra Galarza, juega una Trompowsky algo extraña y
pronto su posición empieza a tornarse del color del día que se adivina
fuera de la sala.
Enroques en distintos flancos pero el del negro es
seguro y saludable y el de Javi es, esteee, como un queso Gruyere
gigante. Iñigo tira un caballo con brillantez y llega a esta posición.
Aquí, Fritz da -3.5; Tras
cd/Ad4+ . Rg3/gf. Cf4 y Ae5!, para tirarlas, vamos.
Sin embargo...
...Aa1? y Javi casi iguala la posición. A partir de ahí, el negro se
va quedando peor y
finalmente con Tc5!/ De6 e5! se derrumba el negro, que todavía no se
lo debe de creer.
Nuestro
gallego más famoso se las veía con Aitor González. Solo un gallego sabe
disfrutar de la lluvia, hoy no podía fallar. Tras una eslava, iguala
sin problemas y consigue ventajiña en la apertura. En esta posición,
parece que el blanco tiene problemas con Ce4! . Fritz se frota las manos.
....Ce4 . Cd3/Da5. Af3/Cg3. hg/Dc3. Cc5
Sin
embargo, a nuestro gallego le llega su momento empanada. En lugar de la simple
Tb8, llega la infame Ac8. Tb1 seguida de la no menos horrenda Ad4. Fritz dixit. Caen los peones del flanco de dama. Tras eso, se llega
a un final de alfiles de distinto color; hay que firmar medio palote.
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