También el B del Orvina presentaba un equipo durísimo con Navarrete, Jiménez y Monje, un equipo del que destacaron.....este....sus valores....su calidad humana.......y su espíritu deportivo....por ejemplo. De su juego y resultados...hablaremos otro día... El Ezkaba, con Adrián, Pedro, Jonás y el indescriptible Adolfo también destacaban por...en fin...cualquier cosa que no fuera ajedrez.El final del verano llegó. Y tu partirás. Y lo más seguro que lo hagas no para volver a tu curro sino para asistir a la jornada de ajedrez de Itaroa, un clásico ya de finales de la canícula navarra. Por la mañana, en Orvina celebrábamos nuestro trigésimo torneo por equipos y el sexto que celebramos en el centro comercial. Siempre con la presión de lograr la victoria, por la cosa esa de ganar tu propio torneo y hombre, de paso, ese dinerillo del primer premio al que ascos no hacemos. Para ello contamos con auténticas bestias a las que dejamos días sin comer para la cita; a saber: Unai, Iñaki y Mombi. En frente, Fomento, un clásico de todos los torneos de "pintxetas" y desde luego, del nuestro, y Sabiñánigo. Hasta 14 equipos completaban la nómina de un torneo cada año más duro.
Empezaban muy fuertes los de Rentería y llenaban de roscos los marcadores de los rivales mientras los Orvinos se dejaban unos cuantos puntos en las primeras rondas. Sin embargo, sorpresivamente, cuando parecía que el triunfo se iría para Fomento, aflojaron el ritmo y el Orvina se hizo con la victoria in extremis al vencer 3-0 a Anasaps en la última ronda. Fomento quedaba segundo , a distancia, Mikel Gurea sorprendía para hacerse con el tercer puesto por delante de Sabiñánigo.
Al mediodía tocaba comida contra reloj y de batalla en el Lío Sport, donde revuelto y churrasco se bañaban en un vino que podría pelear con Tyson y todo ello, en tiempo record para montar el tinglado infantil.
A la tarde, tenía lugar el torneo infantil y las exhibiciones. En las exhibiciones, como es costumbre, destacaban las partidas a la ciega de Unai, con los impagables comentarios de Monje, que dejaban obnubiladas a las madres de los chavales del infantil, que se arremolinaban junto al ajedrez gigante mientras sus joyitas volvían locos a nuestros árbitros.
77 criaturas se inscribían en un torneo infantil que arrojaba pocas sorpresas. Los favoritos vencían con claridad sus torneos. Así Habans se imponía en el sub12 y los Ortín hacían lo propio en el sub14.
Tras la entrega de premios y las fotos de participantes agarrando con fuerza su premio o su entrada de cine dábamos por finalizada la jornada, que parece gozar de buena salud, viendo el resutlado y número de asistentes.
Y esperando ansiosos que finalice el verano del año que viene para volver una vez más con ello.
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