lunes, 21 de abril de 2008

Crónica preferente por equipos. 3º ronda. Cuentos

Sábado 19 de abril. Tengo comida con los amigos antes de la partida contra el “Oberena Light”. No. La comida no era con los de ajedrez. Era con otros. Estos están vírgenes en materia ajedrecística. Creen que “jaque” es el rey de Arabia y “zugzwang” un filósofo alemán. Y lo de “penetrar por la columna g” sólo lo han visto en sus sueños más tórridos.

Parecen estar enfermos casi todos. Tienen unos extraños parásitos. Son enormes y los llevan pegados al cuerpo. Pero, a veces, se les despegan y saltan, corren, lloran y berrean. Y se les vuelven a pegar. Además, emiten todo tipo de sustancias viscosas. Creo que ellos los llaman hijos. Debe de ser contagioso porque la mesa está plagada de ellos.

Después de comer, cada uno se va con el suyo a contarle un cuento para la siesta. A mi se me van mezclando los efectos del vino, que afirma el miserable haber sido perpetrado en La Rioja, los cuentos, los niños. ..Voy a la partida pero ya no soy capaz de ver piezas, partidas y jugadores ; sólo veo niños. Y cuentos. Y niños. Y cuentos. Todo se va mezclando en mi cabeza...:

1. Unai-Muñoz: El maestro con botas:

Muñoz planta un dragón contra el master con el que consigue mantenerle a raya durante la apertura. Cuando parecía que Unai no encontraba huecos hacia el castillo rival, encuentra el camino más largo, la columna a. Por ahí, consigue meter sus torres calzadas con las botas de siete leguas que se infiltran en sexta y séptima y se ponen, pues eso, las botas, acabando con la resistencia de un rocoso Miguel.


2. Sola-Rada: Miguelito y los tres cerditos:

Erase una vez un malvado emeefe feroz de nombre miguelito que trataba de devorar a los inocentes gorrines de Gregorio. Tras una siciliana típica, cada uno ponía su casita en diferentes flancos. El feroz miguelito arroja una calidad y arrasa con el enroque de paja que se le queda al blanco. Sin embargo, los cerditos llevan el rey a una casita de barro más consistente. Miguelito vuelve a derribarla y cuando parece que se va a devorar a los gorrines, estos consiguen refugiarse con pericia y se llega a un cambio de damas. Ahora los cerditos viven en la casita de ladrillo y tienen una calidad de más por peón y parece que el maestrillo tendrá que aspirar a tablas como mucho. Sin embargo, tras un fino final aprovechando los débiles peones blancos, consigue merendar lechón tras crear un peón pasado alejado.


3. Navarrete-Garjón: El flautista de Navarrín:

Tras adelantarse en el desarrollo, el pequeño navarrete se come un peón y empieza a tocar la flauta en el flanco de rey adonde le siguen en masa sus peones. Con el dominio de la columna h con las torres, el peón de ventaja y los peones que avanzan desbocados por el flanco, Garjón no puede parar la avalancha y acaba rindiéndose.

4. Inglán-Minde: Minde y el traje nuevo de la emperatriz:

Erase una dama blanca a la que unos malvados sastres le hicieron un traje que, según dijeron, tenía poderes. Se planteó una típica siciliana donde el negro consigue juego activo de piezas a cambio del centro. La dama blanca al creerse con poderes atacó con fuerza el flanco de rey, consiguió evitar el entronque del negro y meterse hasta la cocina. Demasiado tarde se dio cuenta del engaño y que realmente no tenía traje, estaba en bolas y sin ninguna pieza desarrollada que la ayudase. Para entonces, la dama estaba ya cazada. Inglán sacrifica una pieza para salvarla pero tras el cambio de damas, se rinde.


5. I.Rebolé-A.Agudo: Rebolino y la lámpara maravillosa.

Extraña apertura de Agudo que mezcla una india de rey con una nimzoindia. Angel, que tenía el día generoso, le ofrece a Iñaki la lámpara mágica y le dice: “puedes pedir 3 deseos”, a lo que Iñaki respondió: “quiero la dama negra medio cazada, que el negro no se desarrolle y meter un alfil en d6”. Para la jugada 15, Agudo le había concedido los tres deseos. Pocas jugadas después tenía que abandonar.


6. C.Rodríguez-Jiménez: El Orvina de los huevos de oro:

El negro encuentra en la española de Carlos una auténtica gallina de los huevos de oro, que le da desarrollo, peón de ventaja, un peón pasado y ataque fácil contra el enroque. Sin embargo, en lugar de explotar los huevos de oro, se dedica a tocárselos a dos manos durante el medio juego. Carlos reacciona entonces, lanza los peones, sacrifica una calidad y cerca está de hacerse un caldo con la gallina. El negro se defiende y mantiene la calidad y la partida.


7. Jon Iturralde-E.Cobos: Jon sin miedo:

Jon era un chico que no conocía el miedo y quería saber lo que era. Enrique permite que le abra el enroque a cambio de la clavada de caballo de dama pero Jon seguía sin tener miedo. Cuando el negro acumulaba piezas contra el indefenso jaco seguía sin inmutarse. Ni siquiera cuando los peones negros se disputaban ya los despojos del caballo recién cazado. Pero con pieza de más y la columna g, Cobos empieza a acumular piezas contra el rey blanco. Ahí es donde Jon descubrió el miedo pero ya era tarde.


8. Jon Ruiz-Marina: Marinieves y los siete peoncitos:

La pequeña Marina se las prometía muy felices. Hasta la jugada 20 el espejito le decía que su alfil de dama y su dama eran los más guapos del tablero. Y sus siete peoncitos vivían tranquilos y sin preocupaciones. Jon Ruiz, enfadado por su coquetería, consigue en un arrebato cambiarle dama y alfil. Entra en la columna f con las torres y hace una escabechina con los inocentes peoncitos de Marinieves.

Al parecer, los pérfidos lobos tudelanos y oberenos se comieron el sábado a caperucita, a su abuela, al cazador y a un señor de Murcia que pasaba por ahí. Y se jugarán el título la próxima semana en una especie de versión ajedrecístico-foral de "Alien contra Predator".

Mientras, nosotros nos dedicaremos a lo nuestro; a vivir del cuento.

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