jueves, 10 de enero de 2008

Tú insulta, que algo queda



El diccionario castellano es uno de los más ricos y prólijos en vituperios, requiebros e insultos. Y la fauna que nos rodea será probablemente también de las más ricas en seres deleznables o directamente insultables.

Sin embargo, parece que nos hemos quedado parcos y escasos a la hora de ejercer tan importante actividad. Los insultos masculinos han quedado limitados, en muchos casos, al manido hijo puta y sus variantes. En menor medida también los que dudan de la identidad sexual del insultado (maricón y sus variantes). Por último, los otrora imprescindibles cabrón y cabronazo han quedado desfasados. En las mujeres, pocos escapan a los de aludir a la intensa y poco selectiva actividad sexual de la insultada (zorra, puta, guarra….).


En defensa de la insultante cantidad de insultos existentes, ahí van unas cuantas propuestas para diversificar la oferta. Son todos masculinos y casi ninguno tiene equivalente femenino. Están en el diccionario.

Payaso: Se oye más últimamente. Es importante utilizar un tono muy despectivo. En sí no es un insulto pero sí alude al que pretende hacer gracia sin lograrlo.

Merluzo: Este es mi favorito. Es importante también el tono para que no parezca salido de una historieta de Mortadelo y Filemón

Cretino: Es un tipo de retraso mental. Pero suena más fuerte que subnormal o retrasado

Gañán: La ñ le da ese punto faltón que necesita cualquier insulto que se precie. Otra variante que yo utilizo mucho es "gañán con patas", que le da un aire más animal.

Tontolaba: Es un clásico que se está recuperando últimamente. Todavía no está en el diccionario.

Bobo: Otro de los clásicos. Imprescindible emplear tono muy despectivo para que parezca insulto.

Pepino: En ajedrez se emplea mucho para designar a un jugador torpe o incompetente

Gusarapo: Hace alusión a cualquier tipo de gusano que viva en el agua. El propio nombre suena ya sucio.

Mequetrefe: Casi onomatopéyico. Al pronunciarlo nos viene a la cabeza alguien ruin, miserable..

Sarnoso: Algo pasado pero muy gráfico.

Pinchaúvas: Muy efectivo para señalar a alguien que es un don nadie con pretensiones.

Espero que alguno os sirva para variar el repertorio insultatorio y para mejorar el socorrido arte del vilipendio. Y que encontréis a alguien merecedor de recibirlos.

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