lunes, 21 de febrero de 2011

Liga vasca 2011: 7º ronda: san viator: la patata peleona

 
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  Amanecía lluviosa la jornada del sábado; un ambiente propicio en principio para manosear impúdicamente las fichas de madera sobre el tablero. Pero, no sé, Pamplona no es Bilbao; no estamos acostumbrados a estos climas lúgubres y cetrinos que nos dan más a la depresión y al bajón que al disfrute del xirimiri. Tras varias jornadas en la que los resultados e incluso, por fin, la suerte nos venía de cara, nos veíamos terceros y con posibilidades de ganar la liga vasca….la liga vasca de los mortales quiero decir. Enfrente teníamos al “equipo que llegó del frío”, o sea, de Vitoria, el San Viator, un equipo renovado plagado de caras nuev…..bueno, para qué engañarnos, los mismos 4 tiparracos de toda la vida, y que este año parecen estar en forma.


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Coincidimos con ellos en la sala de preparaciones (el bar de al lado) y nos sorprendieron consultando a nuestro oráculo particular (patxarán u orujo de hierbas en su defecto) la mejor manera de acabar con los patateros. Mi orujo me dijo que le dejara en paz, que él sólo se dedica a emborrachar a la gente. Me bebí el maleducado brebaje y vive dios que me sentó el jodido como una patada en los huevos. Venga, tráguico y al lío.

Antes de empezar, le dimos a Astasio un breve seminario: “el reloj de liga vasca y yo: ¿why can´t we be friends?”. Y comenzaron las partidas.


 

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La partida de Unai contra Astasio comenzó con una siciliana, que se fue convirtiendo en una partida de “masters”, que si ventajilla del blanco, que si peón aislado, que si pareja de alfiles. Vamos, esas cosas que, al final, Unai suele ganar por un detalle miserable en una casilla remota.

Olaza volvía al ajedrez activo tras una larga temporada de secano. Pero no era este un día de secanos. A la apertura de Dama de Alvaro, Jose Luis empezaba con jugadas h6-g5, con caballos por f8, nada grave aún pero sí con un tufillo sospechoso.

 


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Yo le arrojaba la Veresov a Villalta y en pocas jugadas me quedaba con una ventajilla tontorrona. Igor tenía problemas para sacar las fichas de sus casillas. Mombi jugaba una siciliana por primera vez en quince años. Y viendo el resultado, le deseamos otros quince años de espera para ver la segunda. El esquema el típico de la cerrada; peones blancos a cascoporro en el flanco de rey y en respuesta, los negros en el de dama. Nada preocupante. Al menos, las primeras jugadas.



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Mediada la tarde, justo a la misma hora a la que, en la peli de Antena 3, la esposa cornuda trincha a su pérfido marido con la segadora del césped, Unai seguía con su ventajilla, que apenas daba para unas migajas de punto del Fritz. Más generoso era con un servidor, al que daba hasta +2 en algunos momentos. Sin embargo, las manecillas del reloj digital empezaban a sobrevolar mi partida como un cuervo en Puerto Hurraco. Olazagoitia perpetraba un enroque largo, que tenía peor pinta que la lata de espárragos que me encontré ayer en mi despensa, que caducaba en 2007. Sin reacción en el flanco de rey y abocado a una defensa numantina. En el cuarto, Diego abría la posición con d4, Mombi se hacía la picha un lío con qué peón cambia cuál. Tras una combinación que la posición pedía a gritos:Td5!, la posición de Mombi se tambalea. Tras los cambios forzados, peón de menos a cambio, encima, de peor posición. Pero en estas situaciones es cuando sale el auténtico Mombi.

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Iba anocheciendo y empezaban a escasear los segundos en los dichosos artefactos esos. Unai, raro en él, no lograba rematar su ventaja y en un final de damas y alfiles, acababa cediendo las tablas por continuo. La defensa numantina de Jose Luis acababa haciendo aguas y Alvaro hacía una escabechina en el flanco de dama. Yo, tras unos cambios poco acertados en el apuro, entraba en un final de alfil contra caballo. Pronto descubro que su alfil era obispo bien fornido y mi caballo jaco desorejado. Un par de coces al aire y mi posición se desmorona. Y Mombi en su línea; se está convirtiendo en un especialista en remontar partidas. Consigue salvar un final perdido y arrancar unas tablas con sabor a palote.

Tres-uno que nos endosan los patateros y que aleja nuestra ya lejana intención de quedar terceros. Un mal día para dejar de fumar. Y más aún para que nos abandone la suerte que nos ha acompañado en buena parte del torneo. Pero ahí seguiremos dando guerra. Que para eso nos pagan. Ah, no, calla, que no nos pagan.


lunes, 7 de febrero de 2011

Liga Vasca, ronda 5: 2.137- Irunópolis

Sábado 23,30 h. Tras dar cuenta de una generosa tortilla de patatas regada con un Lambrusco peleón, me desparramo frente al televisor dispuesto a hacer la crónica y a ver las partidas. De fondo, en Canal13 la enésima pero siempre bienvenida repetición de Blade Runner. Empiezo a aporrear el portátil mientras las imágenes del lúgubre futuro de la película se me mezclan con el desquiciado paseo de mi caballo. Me invade el sueño y mientras se me van cerrando los ojos, atisbo a lo lejos el futuro de la liga vasca….

5 de febrero de 2.137;
Mierda! Lo pienso pero no lo digo. Acabamos de pasar Donst (antiguamente Donostia), se ha perdido el sistema de conducción automática y tengo que pasar a manual. Ya me advirtió el sistema Holovisión que aún había zonas salvajes por el norte. Dirigir la conducción con la mente es fatigoso. No entiendo cómo podían conducir en el pasado con volantes y coches cargados con gasolina, que eran como bombas con ruedas. Mantengo el control. La cámara interna del coche vigila nuestras facciones en busca de algún CDA (Comportamiento Desajustado Antisocial). Soltar un insulto me podría llevar a un Centro de Readaptación Conductual, donde volvería con una sonrisa eterna en mis labios. En el pasado lo llamaban lobotomía; ahora el proceso es mucho más sutil.
Los cuatro hacemos el viaje en silencio. No está bien visto derrochar energías en conversaciones inútiles.

Llegamos a mediodía. Hace sol pero no estoy seguro. La cúpula que rodea Irunópolis apenas deja entrever el cielo. Entramos en el centro de deglución asignado por Holovisión. Comida casera anuncia el rótulo y está ambientado en el siglo pasado. Está de moda ahora todo lo retro. Hasta las calles están llenas de clonárboles idénticos y perfectos. Tomamos un menú a la antigua, con paella, pollo y flan. Todo el mundo sabe que ya no existe ni arroz ni pollos ni huevos pero la verdad es que el extracto de pansurimi, el alimento universal, está muy logrado; hasta la textura del arroz es idéntica. Pero siempre con un regustillo a plástico.

Unai-Alonso
Tras la comida, logramos escabullirnos a un oscuro local y cometer dos faltas graves: jugar al mus donde Monje e Iñaki nos castigaron con dureza, y ventilarnos un generoso bebedizo de hierbas (un sucedáneo). Tras acabar,  logramos encontrar, no sin dificultades, el local del Batalla. El ajedrez de este siglo es un ajedrez matemático donde se valora la exactitud y la precisión. Están mal vistos los sacrificios y el juego especulativo o agresivo. En todo caso, el ajedrez es un deporte en extinción en el XXII y a sus jugadores se nos considera sospechosos de CDA. Pero algunos resistimos aún.
Holovisión da la señal y comienzan las partidas.



Cruz-Rebole:Posición final tras Cd2

Alonso le prepara con negras una especie de Panov a Unai con sacrificio de peón. Unai simplemente se lo come y el negro se desarrolla rápido pero no parece haber suficiente compensación. Iñaki prepara un contragambito Albin a Cruz-Lopez aunque el prematuro Ah3 parece dejarle en posición sospechosa. Lo mío es más grave. Le sorprendo a Olaizola con 1.f4 y… en la jugada 6 me quedo perdido. Gran sorpresa. Pero la mía. Sin noticias de Monje que se dedica a sacar piezas mientras Serras no para de mover caballos de un lado para otro.

Gustavo-Olaizola: juegan negras

Dos hora más tarde, Unai sigue con peón de más. Alonso fuerza cambios pero el final sigue con peón pasado de ventaja. Iñaki, con enroques en distintos flancos asiste a la entrada de la dama y los peones del flanco sin lograr contrajuego. Yo consigo liar la posición o Luis se deja y llegamos a esta curiosa posición (diagrama) donde todas las piezas negras están tocadas. Cxg3 no es la mejor opción y el de Batalla empieza a quedarse peor sorprendentemente. En el cuarto, Antxón busca agujero en el flanco de rey y consigue alguna ventaja con f5  pero no encuentra el camino para entrar.

Serras-Monje:Posición tras ...e6!

Dos horas más, Unai culmina con técnica su peón de ventaja. A los maestros no se les puede dar peones. La defensa numantina de Iñaki se termina de hundir tras Cd2 (diagrama). El apuro de reloj termina de enloquecer mi partida y es Luis el que no atina con las buenas. Tras Te2 cae la segunda pieza y la partida. Difícil de creer este final después de la apertura. Monje, tras aguantar la posición, saca un durísimo e6! (diagrama) que le da clara ventaja y termina ganando en un final de damas y varios peones de más.

Un 3-1 por el que nadie apostaría después de las aperturas. Mientras Holovisión procesa y analiza todas las partidas, recogemos en silencio. No es conveniente ni está bien visto mostrar emociones en público. Puede considerarse CDA. Además, las partidas han sido muy violentas y podemos ser sancionados o reajustados. Volvemos a casa en silencio. Me espera una tortilla de patatas. De pansurimi, claro. Y hacer la crónica. Con cuidado. Holovisión tiene que aprobarla. Cualquier expresión inadecuada puede….bueno, ya sabéis. Se me van cerrando los ojos. Empieza a dormirme imaginándome cómo sería la liga vasca en el pasado.