martes, 26 de febrero de 2008

Crónica Liga Vasca B. Ronda 7º. Los oscars

23 de febrero. La noche de los Oscars. Mientras en el Albert Jaaarl de Los Angeles, se entregaban los oscars oficiales a las mejores largometrajes del año, en Urnieta tuvo lugar la entrega de los oscars del ajedrez vasco. Fuimos invitados a tan importante gala el equipo al completo del Orvina B. Así que, tras consultar con el estilista del club, nos calzamos nuestras mejores galas, nos embutimos nuestros gayumbos de los domingos (a pesar de ser sábado) y nos preparamos para ofrecer esas joyas a las que acostumbramos cuando nos sentamos frente a un tablero (y vaya si las ofrecimos).

Según entramos en Urnieta, nos envolvió una oleada de glamour que casi nos deja en el sitio (o era contaminación?). Para prepararnos para la ceremonia, acudimos a uno de los restaurantes más caros y finos de la villa (tasca guretxoko creo que se llamaba) y tomamos un almuerzo frugal. En concreto, pedimos una “composición multicolor de texturas oleaginosas” (plato combinado grasiento lo llamaron algunos) aderezado con un caldo selecto de la tierra (lo de la tierra es literal).

Al finalizar nos dirigimos al salón de actos tras sesión de peluquería y maquillaje: Monje lucía una camiseta roída estilo “palabra de honor”, Mombi llevaba unos vaqueros de marca (de marca Dia (“porque yo lo valgo”), Jiménez una camisa de Gutxi y jonás una sudadera de su Ermani.
Así hicimos aparición en el Urniet Hall tras cruzar la alfombrilla roja de la entrada.

Y este es el palmarés con las películas ganadoras:


Corral-Jiménez:
(Juego) Monstruoso:
Sinopsis: Llega a la ciudad de Nueva York un misterioso monstruo y le da por la destrucción obsesiva de cuanta contrucción de ladrillo encuentra a su paso. Su arma preferida es la Reti. Pero surge un héroe de entre los ciudadanos, de nombre Jiménez que les dice: No os preocupéis, construiré un muro que no podrá derribar. Así que le plantea un Muro de Piedra anti-Reti y se lo planta en la cara al Monstruo en cuestión. El Muro de Piedra resulta ser Argamasilla de Pladur y tras el primer manotazo, salta por los aires, y Corral se merienda al negro, tras tremendo sopapo. Jimenez demuestra ser un monstruo pero de lo malo que es.

Mombiela-Aguirre:

Mombiny Tod, el barbero sangriento de la calle virgen del río:
Sinopsis: Mombiny se vuelve loco y entrega una pieza sin ninguna compensación. El malvado Aguirre va y se la come. Pero Mombiny es vengativo y en vez de abandonar, vuelve de entre los tiesos y se lanza a un ataque suicida arrojando una torre más. Aguirre, acosado por el reloj, sufre un cortocircuito y tiene que asistir a la venganza del mombi que pasa a navaja a parte de sus piezas en el flanco de rey hasta llegar a un final de pieza por tres peones del barbero. Al final se aplaca la sed de venganza del blanco y se firman las tablas. Happy end.


Manso-Monje:
El señor de los finalillos: Las dos torres:
Sinopsis. Monje era un elfo alegre que vivía muy feliz en el campo con su indobenoni. Tras una apertura sin demasiados problemas se llega a un final donde se encuentra con su bestia negra, el final de las dos torres, que últimamente se le atraganta. En pocas jugadas se queda muy pasivo y el pérfido Mansarumán gana el final sin problemas.



Jonás-Martiarena:
Joni:
Sinopsis:. En este caso, el “adolescente” Jonás, antiguo fajador de los tableros que vuelve al Rin tras muchos meses sin jugar, plantea una española que queda igualada. Estructura de peones por pareja de alfiles del negro. Sin embargo, Joni, cegado por la descarga hormonal de la adolescencia, consume casi todo su tiempo en jugadas “normales. Al final en el apuro prematuro del blanco, se deja que se la cuelen y le hacen un hijo de madera en truco donde pierde pieza.

Medio punto que nos llevamos de las 4 nominaciones a las que optábamos. Tras esto, nos vamos de la sala sin habernos llevado ni el oscar al mejor vestuario. Habrá que hacer mejores películas que las de hoy porque las del sábado fueron dignas de las esteso y pajares de sus mejores tiempos.

martes, 19 de febrero de 2008

Crónica Liga Vasca. Ronda 6º. De faziendas y otras cuitas


He dado en escribir estas letras, desde el catre de mi celda, para narrar de la fazienda que los chantreanos hobimos de dirimir contra las huestes vecinas del condado Obereno en el decimosexto día del mes de febrero del año dosmilocho de nuestro Señor.

En hallándonos hastiados de largos tiempos sin laborar e presos en el calabozo, Maese Rebolé, a la sazón señor de todas las chantreas, nos fizo llamar. Et dixonos de las nuevas recibidas sobre la inminente invasión de hordas Oberenas del Señor Navarro e sus acólitos, que amenazaban con destroyr todo Pompaelo norte y, para más inquina, el condado de la Chantrea.
El Señor orvino dixonos que quiso ayuntar a los suyos mejores chantreanos para hacerles frente. Mas fenecieron todos recientemente en desigual combate en las guerras contra la feda. Y solo quedábale disponible la peor escoria de la mazmorra chantreana,o sea, nuestras mercedes: Trilero y timador Navarrete, herexe e bruxo Monje, ladronzuelo de caballos Mombi y mancillador de animales de granja Jimenez. Nos fizió caballeros e nos ungió de elo. Nos prometió libertad y riquezas si retornábamos vencedores y de una pieza. Nos deseó que la gracia de Dios se apiadase de nos e salimos a la campa de Orvina a batallar.

Igual que los griegos entraron en Troya escondidos en un caballo de madera, los oberenos entraron en la Chantrea dentro de un extraño artefacto metálico con ruedas que diríase parido en el averno, pues caminaba sólo, sin caballos ni mulas que lo arrostraran. De sus tripas surgieron cuatro enormes oberenos, armados de elo hasta las trancas y en la campa de Orvina plantaronse los infieles, prestos a llevarse puntos, elo, haberes e mugieres.

E se planteó batalla:

Navarrete-Navarro: Enroques largos sucedieronse a la defensa franca del cambio. Navarrete, habil timador, arroja un jamelgo suicida por dos infantes rivales para abrir camino en la muralla del monarca negro. Los obispos (alfiles) y la dama blanca tornanse peligrosamente cercanos al monarca negro que atesora piezas en su derredor para facerles frente. Las negras repelen a los invasores blancos pero deben devolver pieza llegándose a final igualado. Se firma el armisticio. Tablas.

Aguinaga-Jiménez: el bando más oscuro monta un muro de piedra holandés contra las tropas blancas, que acampan junto al muro prestas al asalto. Embisten con ariete la columna g, colocan un cañón-torre enfilando ésta y enrocan largo confiando en desayuntar la fortaleza rival. Mas el ataque se torna baldío. El negro lanza la infantería contra el rey negro y las torres negras penetran en territorio enemigo. El rey blanco, viéndose sitiado, trata de tornar de flanco pero el negro, al grito de “non fuyades, malandrín”, lo intercepta en el centro. Al final, el rey blanco debe entregar a su caballo y se rinde.

Mombiela-Unanua: Tras francesa apertura, las tropas de cada bando se avienen a intercambiar prisioneros sin mostrar hostilidad alguna y parecen querer firmar la paz en breve. En un descuido, el negro mata a un infante rival y se preparan para apoyar la coronación de su vástago de la columna a. Mas el tiempo es breve y las artimañas del mombi, muchas. Cuando la arena de los relojes está presta a agotarse, el negro se deja clavar la torre por el obispo rival. La torre blanca acaba imponiéndose al voluntarioso jamelgo en el final.

Cobos-Monje: El monje negro, acólito de sucias hechicerías e bruxerías, se ayuda del Dragón siciliano para defenderse de la apertura del rey de Cobos. El blanco torna obispo por jaco y omite un Df3 que se hobiera venido ventajoso para sus fines. El bando oscuro avienta a su pareja de negros obispos que, con malas artes, acaban descoyuntando a las fuerzas rivales.

Vive Dios que con tres puntos y medio nos dimos por más que bien pagados. Nuestros rivales abandonaron la chantrea en su extraño artefacto e volvieron a sus tierras oberenas jurando desquitarse en postreras batallas.

Maese Rebolé, maldita sea su saña, incumplió su promesa de facernos libres y ricos y nos devolvió a la mazmorra, condenándonos a batallar todos los sábados hasta el día del juicio final. Dixonos el felón que antes lucirán cabellera las ranas a que nosotros disfrutemos de la tarde de un sábado libre.

viernes, 15 de febrero de 2008

Telebasura


A ver si me entero. Que tiempo ha que mis neuronas se evaporan como los charcos en verano y me cuesta hilar ideas que para el resto de la humanidad son evidentes.
Resulta que hay unos programas donde los concursantes, pues son concursos todos ellos, viven situaciones reales en diferentes formatos. Pueden ser convivencia agorafóbica sin más como “gran hermano”. O situaciones más forzadas como “supervivientes”. O incluso otros formatos más surrealistas (el mítico “confianza ciega” se lleva la palma). Telerrealidad los llaman. Pero todos ellos son telebasura. Por qué? Porque juegan con las emociones falsas de la gente y todos los participantes son una panda de facinerosos ávidos de amasar fortunas a costa de vender madres a euro si hiciera falta. Y esa indignidad manifiesta se contagia a sus televidentes que son legión pero que, en muchas ocasiones, no reconocen abiertamente que los ven y devoran sino que deben de tener un mando en lugar de mano ya que sólo “lo zapean de vez en cuando”.

En cambio, hay otras series que constituyen “las series de calidad”. Son series de grandes presupuestos, con generosas hechuras técnicas, y que describen normalmente la supuesta vida diaria de determinados gremios: sobre todo, policías, en sus mil variantes y médicos. Estas series no son telebasura. Son buenas series. Y claro está, uno puede reconocerse abiertamente como suscriptor de dicha serie. Es algo así, no?

O sea, si sale gente real, de la calle (cierto es que cuando salen famosos se jode), sin guión, es telebasura. Y cuando aparecen unas series con personajes imposibles y esputando por la boca guiones totalmente increíbles, eso es una buena serie.

Si tú preguntas a alguien por la calle qué ve de la tele, probablemente dirá que ve: “informativos, documentales y alguna peli”. Miente como un cosaco. Lo que ve realmente es “el tomate, gran hermano y los simpson”. Pero eso no queda bien.

Pero vamos a ver una de esas “series de calidad”.

CSI: La de Miami. Es impresionante. Casi esperpéntico. Salen unos pavos, modelos casi todos, trajeados de armani con sus rayban. Llegan a la escena del crimen. El Jefe, una mezcla de Toni Manero y Vito Corleone, con un tono chulesco-irritante, acaba su diagnóstico del crimen con alguna frase lapidaria tipo “no digas nada, las pruebas hablarán por ti”. Luego van a su laboratorio de la Nasa y resuelven milagrosamente el caso en dos días. Mientras, sus conversaciones son tan didácticas que no hay quien se trague que alguien hable así con sus compañeros de trabajo.

-hola Jack, qué haces? –estoy haciendo un espectro de masa, John, lo ves? Mira cuando la raya se pone de color rojo, significa que…
Nadie habla así en el mundo real. Es como si dos fontaneros trabajan en una obra y le dice uno al otro.
-Qué tal, patxi? –Bien, estoy haciendo un empalme de tuberías. Mira, se coge una tubería y……
Pues no, la conversación sería:
-Qué pasa, tío?? Aquí, con la mierda esta de las tuberías, además las almorranas me están jodiendo y mi mujer me quiere echar de casa”.

En definitiva, es una serie que no hay por dónde cogerla, falsamente educativa, con personajes inverosímiles y con diálogos más falsos que un billete de 3 euros. Y eso es la televisión de calidad. Hay que joderse.

En cambio, cuando sale gente de verdad, que habla como la gente de verdad, y que actúa como gente de verdad, eso es telebasura. Por ejemplo, como en Gran Hermano. Cierto es que los castings fuerzan el perfil de los concursantes en aras de la audiencia. Pero no dejan de ser personas de verdad. Y el que crea que están actuando 24 horas al día, es que nunca ha estado actuando ni 2 horas seguidas. Es agotador. Como para mantener un personaje durante un mes.

El resto del mundo no sé, pero lo que es a mí me gusta ver gente de verdad. Que hablan y actúan como tú o como yo. Que tienen granos en el culo en lugar de rayban en los ojos. Que dicen “cállate, joder” en lugar de soltar un comentario gracioso o ingenioso en la boca. Por eso, me confieso. Igual es por deformación profesional, porque me dieron el título de psicología al entregar 30 etiquetas de “San Miguel”. Pero lo cierto es que me gusta “Gran Hermano”, “Supervivientes” (sin famosos) y “Terapia de pareja”. No me pierdo capítulo. Y a esas grandes series recauchutadas de policías y médicos les pueden dar por el culo (no soy guionista y no se me ocurre ningún sitio gracioso o ingenioso donde enviarlas).

lunes, 11 de febrero de 2008

Liga Vasca B. 5º Ronda. Gallos y pollos.

Sábado 9 de febrero. Como es costumbre uno de los sábados de liga vasca que jugamos fuera, a los del Orvina nos da por disfrazarnos con los disfraces de nochevieja. Y este año teníamos marcado en rojo el día de Gros. Jugábamos allí los dos equipos, el A y el B y parecía un día propicio para hacer un poco el gamba. O, más bien, el gallo. Porque este año tocaba disfraz de gallo. O de pollo. Según se mire.

Así que algunos de nosotros nos calzamos el disfraz y allí que aparecimos por las donostis del norte dispuestos a picotear cuanto punto encontráramos por los suelos de Gros.

La empresa no parecía fácil: el A jugaba contra Gros A, la apisonadora de división de honor, que sólo se habían dejado medio punto hasta la fecha. Cualquiera asomaba el pico por ahí. Y en el B nos sacaron equipo de gala haciendo debutar a doña Hamdouchi de uno y recuperando a Iñigo Martín para el dos. Ante tal panorama, estaba claro que el objetivo de los groses era desplumarnos y darse un atracón de pollo para la cena.
Para cargar fuerzas fuimos con tiempo y nos metimos un menú abundante a base de krispis, maíces y otras viandas todo ello bien regado con generosidad con Don Mendo, caldo infame donde los haya al que ni pozales de gaseosa lograban amansar. Imbuidos del espíritu Don Mendo hicimos aparición todo gallos en la sala de Gros ante las risas de los jugadores que, al parecer, nunca habían visto fauna aviar jugando al ajedrez.


Y este fue el resultado de nuestros cacareos:

Hamdouchi-Navarrete: Tras la apertura, enroques en distintos flancos. Mientras que el flanco de dama parecía blindado, el de rey se veía propicio para los picotazos de Navarrete. Y tras la apertura de la columna g parecía que iba a ser el gallo negro el que metiera el pico por el agujero pero el blanco se defiende bien y acaba siendo él el que cuela las dos torres por la columna, convertida ya en autopista y acaba haciendo caldico con el flanco de rey.

Jiménez-Martín: Se plantea un Veresov donde el blanco tras cacarear un poco en el flanco de rey, no consigue ni un triste maíz de ventaja. Eso sí, Iñigo parece desconcertarse con su avícola contrincante y se clava de tiempo . Cambio de damas y, aprovechando el apurillo, el blanco consigue pareja de alfiles y más tarde un peón. Llega el apuro para los dos en un finalito de alfiles con un peón de más para el blanco y dos pasados alejados, uno en cada ala. Tan alejados, que uno acaba coronando.

Kai Ming - Monje: Empate a nada en la apertura. Cambio de damas y piezas. Monje parece conseguir una pequeña ventaja con un fuerte caballo central. Tras f4 del blanco, el negro pierde algunas posibilidades de infringir algún que otro doloroso picotazo y se llega a un final de torres. Allí Monje demuestra que el día que enseñaron finales de torre en la granja estaba con gripe aviar y acaba desplumado en el final.

P. Rebolé- Siu Hung: Típica india de rey de las de ataque negro en el flanco de rey con f5 y del blanco en el de dama con c5. Sólo que a Pedro se le olvida cumplir con su parte, el ataque en el flanco de dama. Así que el negro va avanzando sus peones por el flanco de rey y preparando tranquilamente sus piezas para el despiece del pollo rival. Al final, lo previsto, entran los peones y el negro se acaba tomando un Mc pollo para merendar.

Algo desplumados y con algún mordisco que otro en el muslo y contramuslo, salimos con el tres uno en contra ante uno de los equipos gallitos de la categoría. El A, sin embargo, consiguió picotear un punto al todopoderoso Gros A. En definitiva, fuimos más bien pollos desplumados los del B y gallos los del A.
Pero nada que un buen saco de alpiste regado con un orujo de hierbas no nos haga olvidar.

viernes, 8 de febrero de 2008

Inventos inútiles

Hay gente empeñada en amargarnos la existencia de milyuna formas y que disfrutan luego como posesos contemplando el resultado de sus desatinos. Algunas de estas personas son inventores y, Dios sabe cómo, nos han colado una serie de inventos que, lejos de hacer nuestra vida más fácil, nos provocan una mala hostia que nos hacen pensar en porqué sus madres no inventaron (y practicaron) la virginidad como método anticonceptivo. Son unos artilugios que, a pesar de su total inutilidad, se han colado por todas partes y nos persiguen compulsivamente.

Alguno de mis amigos y muchos de mis enemigos opinan que mi conocida falta de habilidad manipulativo-espacial (o sea “absoluta torpeza”) puede está detrás de mi falta de amor y comprensión por alguno de estos trastos infectos. Pero mienten. No hay ser humano, en su sano juicio, que les pueda tener afecto alguno a estas cosas.

Este es el listado maldito que esos miserables aprendices de Da Vinci nos han colocado; los 3 que más nervioso me ponen:



El Abrefácil: Encima con recochineo. Abre fácil. Tú coges la botella de leche. Lees en la parte superior “abre” “fácil” y piensas “coño, esto debe de abrirse….fácil”. Y tú con una ingenuidad rallana en la imbecilidad, estiras por la línea de puntos, como dice el prospecto. Primeros lagrimones de leche que acaban en la mesa. Te dispones a servir la leche y un torrente de leche comienza a caer en todas direcciones excepto en la taza que tienes debajo. Entonces, coges las tijeras, haces un corte como Dios manda y por fin observas cómo cae un chorrillo uniforme dentro de tu taza. Te quedas mirando la caja de leche y le preguntas ¿pero qué coño de abrefácil?” La caja no suele responder (lo sé por experiencia) pero para cajas la que se estará partiendo el inventor imaginándose a sus pardillos “clientes”.

El secamanos: Estás en los baños de la estación de autobuses. Acabas de efectúar una micción satisfactoria, incluido la última sacudida para terminar de animar a la gotita remolona que siempre queda (si eres fémina nunca podrás entender lo jodida que es la última gotita). Todavía estás tatareando con esa alegría insconsciente que causa realizar a gusto las funciones fisiológicas. Vas al lavabo a limpiarte las manos (que sí, que nos limpiamos, desconfiadas) Y una vez, mojadas, enjabonadas y enjuagadas, te dispones a secarte las manos. Antes siempre había unas toallitas de papel. Ahora no, ahora hay aparato automático secamanos. Qué bien! Este es más fácil. Pones las manos, das al botón y ya está. Sólo hay un problema: Que no seca!!!! Nadie se ha dado cuenta?? Tú pones las manos, pasan los segundos y por mucho que te frotes te das cuenta que eso no seca ni hos…tias. Y sigues más tiempo….y las manos siguen igual de mojadas. Así, que, cuando ya estás harto de refrotearte las manos sin resultados, te secas en el vaquero y te acuerdas de la madre del que lo inventó y de la mala leche del que lo compró.

El cepillo eléctrico: Te acabas de comprar un cepillo eléctrico. Ya pueden temblar sarros, bacterias, caries y neurosis paranoide, si se tercia. Y ahí que lo blandes como si fueras Santiago Matamoros antes de las cruzadas. Mas pronto empiezan los problemas. Uno: Te ha costado un Potosí. Dos: Pesa como un demonio, Tres: Va a pilas, con el coñazo que eso supone. Y cuatro: con el motorcito, el calorcito y la humedad del baño pilla hongos que, si te descuidas, parece una plantación de champiñones. Pero limpiará bien los dientes? Más cómodo al menos? Pues no, no te engañes, cuesta el mismo esfuerzo que con un cepillo normal (más incluso por el peso) y te limpia exactamente igual. El sarro se desternillará en tu boca viendo la futilidad de tus esfuerzos homicidas hacia él.

Por Dios, hagamos una manifa y pidamos la derogación por decreto-ley de estos artefactos. Antes de que nos vuelvan locos.

martes, 5 de febrero de 2008

Crónica Liga Vasca. 4º Ronda. Gertrudis.

Buenos días nos dé el Señor. Me llamo Gertrudis, Sor Gertrudis. Tengo 74 años y soy monja desde hace 56. Mi sobrino Blas, me ha pedido que escriba la crónica del ajedrez porque anda muy liado esta semana. Además me asegura que quizá consiga con esto recuperar alguna oveja descarriada para el rebaño. En el convento de Santa Eulalia, donde vivo, la Hermana Priora Bonifacia sólo nos permite jugar al ajedrez y al dominó. Dice que los demás juegos los creó Satanás. Así que, cuando Belcebú no se ceba en mi artritis, paso muchas horas jugando al ajedrez con mis Hermanas. Y yo, el Señor disculpe mi falta de modestia, soy la mejor del convento. Por algo me llaman Hermana kasparova (2280 elo monacal)

El sábado pedí permiso de salida a la Priora Bonifacia. No había salido en cinco años, desde aquella vez que tuve que ir al supermercado a por fairy porque sor caprabo se puso mala. No sabía lo que había en el exterior y me pareció que era buena idea dar una vuelta. Cogí mi calceta para acabar el jersey que le estoy haciendo a la estatua de santo Toribio del convento y pasé unas horas en el club Orvina viendo las partidas.

He de decir que estoy horrorizada con esta juventud. Cuántos tacos, cuántas menciones injuriosas al señor. Con un estropajo y un bote de lejía iban a enseñar yo a estos jovencitos a hablar con el debido decoro. Y qué pintas más zarrapastrosas. Sobre todo esos orvinos, que llevan el pecado marcado a fuego en la cara. Ninguno en la sala llevaba corbata. Y ellas con esas prendas tan ajustadas que se les ve todo, qué barbaridad, virgen de mi corazón. Qué juventud. Otra cosita es mi sobrino Matías, que estuvo ocho años de monaguillo y ahora edita la hoja parroquial de mi barrio.

Y menudo antro el del Orvina, sin ningún crucifijo, sin imágenes de santos… El delegado, un jovencito insolente, un tal rebolé, no me permitió siquiera poner una hoja con el horario de las misas semanales.
Pero no quiero aburriros con mis cuitas y voy a las partidas no sea que la Priora Bonifacia piense que sólo me he escapado para librarme de la misas de vísperas y nonas.

Sr. Navarrete-Sr. Arnaez. El blanco cae en el pecado de la gula y se come dos peones en la apertura a cambio del desarrollo. Parecía no haber suficiente compensación pero el negro recupera uno y consigue contrajuego. Al final en el apuro el blanco desaprovecha alguna posibilidad ganadora y acaba cayendo. Y es que el pecado nunca compensa.

Sr. Basto-Sr.Jiménez: Estos chicos serían grandes miembros de mi congregación. Los estados de profunda meditación en los que caen en cada jugada son dignos de los mejores conventos. Sobre todo los del sr. Basto que en la jugada 10 contaba con 3 o 4 minutos. Otros dos peones que deja en la apertura (la donación de peones parece ser virtud en rey ardid) y el blanco no consigue suficiente compensación. Al final, en el apuro, cae una pieza entera.

Sr.Mombiela-Sr.Galarza: El Señor castiga la apertura irregular del blanco que pasa apuros para igualar. Se llega a una posición igualada con posibilidades de ataque en el flanco de rey por el blanco y por el de dama para las negras. Pero se dan cuenta que la violencia no conduce a nada y, como en misa, deciden darse la mano.

Sr.Guilarte-Sr.Monje: El negro, que más que Monje Peinado debería apellidarse, por sus pintas, Hippie Melenudo, plantea una especie de siciliana cerrada donde el blanco domina el centro y el negro consigue reacción en el de dama. El negro consigue comerse un peón y parece cobrar ventaja pero llega el apuro y se deja pieza y la dama como colofón.

Al final de las partidas, mi sobrino Blas me prometió que podría dar una charla educativa a los chavales. Me subí a una silla y comencé a hablarles sobre los pecados de la carne y las penas del infierno que esperan a pecadores de su calaña. Pero los muy ateos empiezan a abandonar la sala. Y sospecho que no tenían intención de ir a misa de ocho. Pandilla de descarados. Ni siquiera de los ajedrecistas te puedes fiar hoy en día. Sólo mi sobrino Matías llegará al Cielo. Le llamé para que me recogiera. Vino con su compañero de piso Julián. Iban de la mano, siempre ha sido muy cariñoso mi sobrino, es un santo. Y su amigo Julián otro. Aunque lleve esa camiseta de licra tan rara. Qué angelico mi Matías: Le oí hablar por el movil (curiosilla que es una), y oí cómo le decía a nosequién que esa noche se iban a reunir y que iba a haber éxtasis (como santa teresa, qué fé más profunda que tiene) y que iban a acabar haciendo el trenecito (desde pequeño le gustaba ya jugar con trenes) pero que primero tenían que aparcar al fósil (hasta le pone nombre al coche). Ya podían aprender los otros. Me devolvió a mi convento y se fue a sus ejercicios espirituales con sus compañeros de catequesis.

En fin, después de lo que he visto, horas de cilicio me va a costar esta salida. No pienso salir en otros cinco años. Ya ni el ajedrez está libre de la influencia del Maligno. Ojalá el Señor tenga a bien enviar pronto el próximo diluvio y arrastre a todos los pecadores y entre ellos, a todos esos ajedrecistas descreídos. Menos mal que me queda el santo de mi Matías.